Quisiera que el papel tragase muchas cosas.
Y para siempre,
incluidas tentaciones,
la línea del tiempo, con su pasado y futuro de mañanas grises,
trozos de orgullo.
También las ratas negras que se pintan de blanco,
como guindas entre estiércol.
Tan de moda en estos tiempos.
“Los libros no son reales uno puede cerrarlos, decir. Aguardar un momento. Una actúa como un Dios. Pero, ¿Quién se ha arrancado alguna vez de la garra que le sujeta…un salón con televisor?¡Le da a uno la forma que desea!…¡Se convierte en la verdad!”
Nadie puede recordar,
el lugar en que se aniquiló la idea maravillosa
sobre esa arboleda cercana.
Llena de rumores en el reverso de un tiempo,
donde conociste esas sensaciones
capaces de cambiar un tren de tristezas.
Donde encontramos el primer amor,
o donde vemos la piel de la felicidad.
“Un libro aterrizó, casi obedientemente, como una paloma blanca, para leer una línea, esta ardió en su cerebro durante el minuto siguiente como si se la hubiesen grabado con un acero. El cielo se ha dormido a la luz del sol del atardecer”
Existen unos seres sensuales
rellenos de fuego azul intenso,
en ellos habitan las alas
de ciertos deseos.
Perdidas las oscuras aves con olor salvaje,
aquellos que remontan el precipicio de cada día,
creen haber perdido una facultad
la de dejarse querer.
Tú, y yo , en cambio avanzamos
entre rescoldos de pérdida, vacío, consternación,
reinventando azarosamente instantes
para una imaginación cansada.
Humildes tributos al reloj omnipresente
en que nos convertimos.
Nos vamos fundiendo hasta ver la luz,
en este otoño de gran producción de ataúdes
para el invierno que espera.
Llamará el invitado a cada puerta como el cólera,
envuelto en gasas y con la boca tapada,
y se llevará las vidas, sin más preguntas,
se reirá…
Los idealistas siempre cabalgan
mientras todo arde.
Creyendo ver otro mundo
con letreros de salida que nadie ve,
ni tampoco esperan sus sueños en rebajas.
Destruidos agonizan sin premios,
sin exceso de amistades
persiguiendo la luna.
O se confinan en sus deseos más esenciales.
Quiero perderme cuando no sé algo infinito. Quiero hundirme en un planeta desaparecido mientras camino por todo el espacio. Y escucho una voz.
No eres ese ser tranquilo que piensan, eres el universo que reside dentro, con colinas que ascienden verdes, patios vacíos, espíritus del lado oscuro, y comedias declamadas con la boca llena de fresas.
Poeta que se desterró al mundo de los números y porcentajes. Investigación Geopolítica con nuevas herramientas. Literatura. Hedonista de la belleza y viajero.